domingo, 14 de junio de 2015

RIO LOBOS / RITUALES TEMPLARIOS


 

 

RITUAL DE ENTRADA AL CIRCULO INTERIOR

 

San Bartolomé de Uceros:

Ermita y enclave Templario ubicado en el corazón del cañón de Rio Lobos, esta situada justo en el centro de la península ibérica del siglo XIII, con distancias exactas desde ella y el lado occidental y oriental de la misma.

Entre dicha ermita hasta el Cabo finisterre (Prov. de A Coruña)   hay 527 Kms. y 127 metros y entre ella y el Cap de Creus (Prov. de Girona), exactamente igual 527 Kms. y 127 metros, dado el desplazamiento de los continentes el punto mas meridional al oeste es ahora el Cabo de Touriñán (A Coruña) 9º 19´11" y Cap de Creus 3º 19´13" con una distancia a Uceros de 532 Kms. con 744 metros para el primero y 532 Kms. 793 metros para el segundo.

Lugar telúrico y mágico, el cañón de Rio Lobos enlaza con el llamado camino francés de Sant Iago.

 
 
 
 

Escogido en su momento como lugar de reunión del circulo interior del temple, fue también residencia de los tres guardianes de la Sang Reial.

En ella residío y se escondio el heredero y portador de dicha sangre (El Caliz) y en ella se guardo el Grial (La Señora), también se custodio la Copa a la que se le otorgo dicho titulo, cedida por el rey Marti I, (El humano), último Conde-Rey de la casa de Barcelona, hasta que la reclamo para enviarla a la catedral de Valencia, que es donde esta depositada ahora.

En los frontispicios de la Iglesia de San Bartolomé de Uceros y en forma de canecillos y también en su rosetón se codifican gran parte de los misterios del temple, para quien sepa leer.

 
 
 
 

El circulo interior formado por cinco frares, procedía a la admisión y por ende a incorporar a un nuevo miembro cada 33 años.

No siendo así para los guardianes que son eternos.

La última admisión antes de la disolución del circulo exterior de la orden (Planificada hasta el más mínimo detalle por el circulo interior), se produjo en el año del señor de 1298, dicha ceremonia y ritual os lo describo a continuación.

RITUAL:

El candidato era escogido entre la flor y nata de los monjes guerreros por sus altos conocimientos y también por su valor y se le convidaba a morir y vivir para siempre.

Muy pocos de los 22 grandes maestres que tuvo la orden, pudieron acceder a formar parte del circulo interior.

El Caballero llegaba a Uceros custodiado por una guardia de honor de dos freres junto con su preceptor (Normalmente un capellán de la orden).

Durante todo el día y hasta la noche anterior a la ceremonia velaba armas (La cruz de su espada) en el palomar de la ermita, un cubículo en el que por sus estrechas dimensiones tenia que permanecer de pie sin posibilidad ni de sentarse, sin más abrigo que su túnica templaria.

 
 
 

A las seis de la mañana salía del palomar y inmediatamente en la iglesia era confesado por su preceptor, luego emprendía el camino totalmente en silencio y sin mirar atrás, hasta el interior de la cueva cercana a la ermita, cuya boca tiene forma de Vagina humana, custodiado por la guardia de honor y uno de los freres de la ermita quien hacia de guía.

Al cabo de unos 1500 mts, se entraba a una estrecha rendija en la cueva que desembocaba en una poza de agua cristalina.

Allí y al borde de la misma se detenía el cortejo y el capellán le hacía las prevenciones necesarias a su decisión así como el camino a seguir desde entonces (hasta donde el sabia) y procedía a su bendición. 

A continuación el monje guerrero a su derecha y sin mediar palabra hundía su espada en el costado izquierdo del candidato procurando no lesionar órganos vitales.

El Caballero entonces y a la mayor premura se sumergía en la poza y entraba en un túnel inundado de agua sin la menor posibilidad de poder salir si no era hasta el final del mismo, después de nadar, unos 500 mts. aproximadamente, cuando llegaba a su destino emergía en una gran sala capitular donde ya se hallaba reunido el circulo interior y un caballero que le esperaba en la orilla armado con una espada.

Dicho caballero miraba su costado izquierdo y si lo hallaba profusamente manchado de sangre, de un golpe certero y seco cortaba la cabeza del aspirante.

Esto era así porque denotaba miedo y por lo mismo durante el trayecto se ahogaba y había intentado respirar con lo que acelero su corazón y aumento la presión sanguínea.

En caso contrario si todo había sido normal el caballero le daba la mano y todo el circulo interior se adelantaba cicatrizaban su herida de forma inmediata y era convidado a partir de ese momento a beber Ormuz.

Y las campanas de la ermita que a partir del momento del inicio de la ceremonia habían empezado a tocar a difuntos, dejaban de hacerlo.

El Monje guerrero que no llegaba a pasar la prueba era enterrado con todos los honores de un alma noble en el cementerio de la ermita junto a los frares del lugar que habían fallecido antes y por descontado sin ninguna inscripción en su tumba.

Si el destino os lleva algún día a Uceros visitad el campo santo y pedid por las almas de estos hermanos. (Hay mucho honor en este lugar).

 
 
 





 
 

   

 
 
 

     

                                               

Non N...... 



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