INVOCACIONES MAGICAS III
PARA DOMINAR A UNA PERSONA
Y OBTENER DE ELLA LO QUE SE QUIERA:
Esta invocación corresponde a un célebre grimorio titulado "La Magie Infernale" del siglo XVII.
Entre las once y doce de una noche tempestuosa, pondrás a la intemperie un fogón de barro cocido, que deberá estar lleno de leña bien seca de algarrobo, olivo, pino y sarmientos de las plantas siguientes: Mejorana, verbena y caléndula.
Antes de empezar la operación, extenderás, por un instante, tu mirada por los cielos, y con un cuchillo de mango negro, que tendrás en tu mano derecha, trazarás en el espacio una amplia cruz de San Andrés (La cruz de San Andrés tiene la forma de una X).
Acto seguido encenderás el fogón y cuando la leña empiece a chisporrotear, harás la siguiente invocación mágica:
"Espíritus negros y atormentados que vagáis errabundos; espíritus malditos, enemigos de la luz divina, yo os invoco en este instante lúgubre para que, sirviéndoos del agitado torbellino, del viento enfurecido, de la luz cárdena del rayo y del trueno retumbante, acudaís a este recinto, iluminado por el fogón siniestro en el que arden las siete plantas mágicas que os han de purificar. (Al llegar aqui debes dar un fuerte silbido natural o por medio de un silbato. Luego añadirás): " !Acudid! !Acudid! !Acudid! Dadme señales: Árboles, crujid. Niños llorad. Perros ladrad. Serpientes, silbad. Lobos, aullad. Vacas, mugid. Caballos, relinchad. Toros, bramad. Vientos, silbad. Puertas, rechinad. Brasas, chisporrotead. Truenos, retumbad. Tempestades, reventad. (Otro silbido).
!Ah, malditos! !Infames! !Condenados! Ya estáis aqui, yo lo presiento. (Echad enseguida tres granos diabólicos en el fuego.)
"Yo os obligo, yo os mando, yo os pido que Fulano de tal (Aqui se pronuncian el nombre y apellidos de la persona que deseáis dominar, y se pide a los espíritus que hagan tal o cual cosa).
"Una vez formulados tus deseos a los invisibles, concluirás la invocación con las palabras siguientes:
"Omnipotens sempiterne Deus, qui nos ómnium sanctórum tuórum. Amen"
Los espíritus abandonarán instantáneamente el lugar. Apagarás el fogón con agua a la que habrás echado un buen puñado de sal.
Granos diabólicos: Estos se componen de resina de pino, alcanfor e incienso, en partes iguales; se hace una pasta humedeciendo dichas substancias con espíritu de vino."
Para An....
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